domingo, 3 de agosto de 2014

Los hombres que no amaban a las mujeres: Los protagonistas de “Masters of Sex” y “Mad Men”


Lo mejor de la cosecha televisiva del 2013 lo pusieron “Sleepy Hollow”; “Ray Donovan”, y “Masters of Sex”. La última ha iniciado una segunda temporada en los Estados Unidos que debutará en HBO Latinoamérica este mes. “Masters of Sex” es una cajita de sorpresas y virtudes insospechadas. El que tenga lugar a fines de la década de los Cincuentas, la acerca un poco al gran éxito de la AMC, “Mad Men”, pero las similitudes no acaban ahí. Ambas series tienen protagonistas  bastante arbitrarios con lo que entonces se conocía como “sexo débil”.

La primera temporada de “Masters of Sex” sorprendió a más de un espectador, incluyendo a Servidora, por presentar de manera comedida, interesante y hasta sensible, un tema que invitaba a la chabacanería. Se  trata de una adaptación muy libre del libro de Thomas Meier sobre el célebre equipo de sexólogos Masters y Johnson. La serie describe el encuentro entre quienes se convertirán, ya en la primera temporada, en colaboradores y amantes.

En la St. Louis de 1959, el eminente médico William Masters (Michael Sheen) contrata como secretaria a Ginny (Lizzy Caplan), divorciada y madre de dos hijos. Poco a poco, la inteligente, audaz e independiente Mrs. Johnson irá involucrándose y haciendo suyo el atrevido, e inconcebible, proyecto del ginecólogo-obstetra que busca develar los motivos y reglas que gobiernan el comportamiento sexual humano.


El hecho de que esto ocurra a fines de los puritanos Años 50, y que Masters utilice la observación (y filmación) de sus conejillos de Indias en plena faena, otorga un toque picante y arriesgado a un experimento que la comunidad científica no verá con buenos ojos El punto máximo del espíritu aventurero de los investigadores llega cuando médico y secretaria comienzan un affaire, a la vez que estudian y  documentan sus tórridas sesiones eróticas. Eso a pesar de que Masters es casado, y Virginia mantiene un romance con otro médico de la misma Washington University  donde trabajan los amantes.



Las dos corrientes que  dominan la sociedad occidental del Siglo XXI son el sexo y el consumismo. Con eso ya tenemos un puente entre “Masters of Sex” y  el apasionante retrato de los inicios del mundo publicitario llamado “Mad Men”. Ambas series comienzan en 1959, el final de una década donde el sexo todavía era tabú, donde los géneros estaban  encasillados, y donde visionarios, a veces poco escrupulosos, parecían dispuestos a revolucionar el mundo fuera a través de la medicina o de la publicidad.

Ambas series grafican la desigualdad entre los sexos en la mitad del Siglo XX, pero sus personajes femeninos no se quedan en clichés de victimas silenciosas.  Peggy Olsen (Elisabeth Moss) de “Mad Men” y Virginia Johnson son ejemplos de féminas capaces de tomar decisiones, romper esquemas y vivir sus ambiciones aunque esto  conlleve sufrir desilusiones y humillaciones.

Peggy y Ginny, hembras de cuidado


Por otro lado, aunque vemos esposas tradicionales con Libby Masters (Caitlin Fitzgerald) y Margaret Scully (Alisson Jenney), ninguna es una mártir sin derecho a voz. En cuanto a Betty, ex de Draper (January Jones), de “Mad Men, su capacidad para la manipulación la convierte en una sobreviviente nata que ya bordea en villana.
Betty no es ninguna víctima


El problema de ambas series, por excelentes que sean, reside en sus protagonistas que más allá de meros anti-héroes, son semi patológicos en su inmadurez emocional, sobre todo en su relación con el sexo opuesto. A pesar de que Bill Masters está lejos de ser un mujeriego empedernido como lo es Don Draper, también le es infiel a su esposa perfecta. Don  y Bill provienen de hogares disfuncionales, son hijos de padres abusadores y han tenido una relación oscura con sus figuras maternas. Ambos son ambiciosos e implacables cuando se trata de conseguir lo que quieren. En su capacidad de esconder lo que sienten y desean, llegan a ser manipuladores.

Lo más siniestro de sus perfiles es la dicotomía Madonna-Prostituta que aplican a las mujeres de su vida. Sus expectativas respecto a como deben comportarse sus esposas son casi tan exageradas e irreales como lo que esperan de sus amantes y empleadas. A las primeras, las mantienen en altares, siempre y cuando cumplan con todas sus reglas. Con  la  segunda categoría trapean el piso.
"La Otra" y La Esposa


Lo triste es que no se dan cuenta de lo poco satisfactorios que son como parejas, dentro y fuera del matrimonio. Esa capacidad de engañarse los hace proclives a mentirle a sus esposas, mentiras que van más allá de sus infidelidades. Don Draper le ocultó su verdadera identidad a  Betty por más de diez años de casados. Bill le ocultó a Libby que el problema para engendrar hijos lo tenía él.

Jon Hamm ha convertido a Don  Draper en un símbolo sexual televisivo y el ya probado talento de Michael Sheen  salva a Masters de ser un personaje antipático, pero ambos portan una carga de negatividad que me haría huir de ellos como compañeros románticos, a pesar de lo buenos que sean en la cama. No es que sean brutales. Ni siquiera son Don Juanes despiadados como otros personajes de esas series (Roger Stirling en “Mad Men” y Austin Langham en “Masters of Sex”). Lo triste en ellos es su desaprensión hacia a las mujeres. No pueden verlas como compañeras, como iguales, ni siquiera como seres de carne y hueso

Don tiene alardes caballerosos como cuando rescata a Peggy del sanatorio donde está internada o cuando se opone a vender los favores sexuales de Joan (Christina Kendricks), su voluptuosa empleada, a un cliente. Bill demuestra generosidad cuando le practica, a espaldas del marido, una histerectomía a una emigrante polaca, ya agotada por sucesivas maternidades. Aun asi, las mujeres para ello son entidades, objetos para ser salvados o utilizados.

En la primera temporada resulta aberrante el que Bill Masters le niegue el  crédito a Ginny por todo su aporte a su investigación. Se atreve a presentar ante el plantel de su hospital un video de Virginia masturbándose, pero únicamente en el episodio final  llega a reconocerla como su colaboradora principal.


En la relación Draper-Olson, se puede admirar el que Don no haya hecho de su subalterna un objeto sexual, pero el modo en que se ha aprovechado del talento creativo de Peggy es equivalente a una violación mental. Muy similar a lo que el Dr. Masters ha hecho con su asistente que, al final, ha trabajado tanto o más que él en su controversial proyecto.



Lo que ambas series pretenden demostrar es que Don Draper y Bill Masters son producto de una sociedad machista que  programa su mentalidad retrograda en lo que se refiere al sexo opuesto. La  tesis es que los hombres de entonces (como lo evidencian los personajes masculinos de “Mad Men”, todos infieles y divorciados) eran incapaces de vivir en pareja a menos que sus mujeres se conformaran con un rol sumiso.

En “Masters of Sex” tenemos en un mismo hospital a un Casanova como Langham (Teddy Sears) y a un homosexual de closet como Burton Scully (Beau Bridges) que por años le ha ocultado su verdad a su esposa sumiéndola en inseguridades que afectan su autoestima. Hasta el buen Ethan Haas (Nicholas D'Agosto)  fue capaz de golpear a Ginny. Y estamos hablando de miembros de una profesión altruista. ¿Cómo serían los hombres de clases menos privilegiadas?
Margaret enfrenta la homosexualidad de su marido


Aun más triste es como estos programas retratan la corrupción mental de las mujeres de entonces que no sabían reconocer los valores de una pareja más comprensiva y respetuosa. Virginia Johnson se pasa toda la primera temporada modelando a Ethan para que sea el marido y padre perfecto, pero al final, lo deja marchar a California, prefiriendo seguir como amante clandestina de su jefe.
De nada valió el cambio de Ethan. Virginia no lo quiso


En “Mad Men”, Betty se divorcia de Don Draper y se casa con el político Henry Francis, un buen padrastro para sus hijos y un marido honesto y considerado. Aun asi, hasta hoy, Betty sigue pendiente de su ex y trata a Megan, la nueva esposa de Don, como si fuera su rival.
Miradita de odio de Betty hacia Megan


Nuestra mentalidad moderna las ve como predestinadas para ser maltratadas. ¿Pero la culpa tiene que ver nada más  con su época? ¿Se han superado esas actitudes y maneras de pensar? A juzgar por comedias exitosas de los últimos tiempos como “Two and a Half Men” y “How I Met your Mother”, entre otras,  parecería existir en la imaginación popular del Siglo 21 una nostalgia por esa mentalidad machista de la década de los 50.

La Segunda Temporada de “Masters of Sex” inicia en HBO Latinoamérica este viernes, 8 de agosto.

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